«Paz a vosotros»

Jesús sigue manifestando que está vivo. Los discípulos de Emaús contaron a los otros cómo lo «habían reconocido al partir el pan». Pero Jesús en este Evangelio vuelve a revelarse a todos. Qué paz les harían sentir sus palabras: «Paz a vosotros».

Observar los sentimientos que surgen en los discípulos hace pensar en la perplejidad causada en ellos, pues el que resucitó es el mismo que murió en la cruz de forma terrible, hasta el punto de dispersarse todos. Ahora sus mentes se abren, comprenden las palabras del Maestro, cobran valor: se llenan de alegría…pasado ya el miedo por la sorpresa. Un miedo esfumado por la gracia del Espíritu Santo recibido.

Ahí tenemos a San Pedro en los Hechos de los apóstoles dando valiente testimonio de que «vosotros matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos». «Aunque sé que lo hicisteis por ignorancia»…

GRACIAS, JESÚS, CONOCERTE ES GUARDAR TU PALABRA. 1 Jn. «Os escribo esto, -sigue diciéndonos Juan-, para que no pequéis, pero si uno peca tiene a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo».

«Oh, feliz culpa que mereció tal redentor». (Del pregón pascual)

Feliz Domingo.