Un signo de Jesús

Juan en su Evangelio ha querido dejar plasmado el relato de la expulsión de los vendedores del Templo. Según Benedicto XVI es un signo de Jesús «para enseñarnos la importancia de despejar espacio para la adoración».

Los capítulos 2-12 de Juan son llamados el «libro de los signos»; éste significa que con Jesús todo comienza de nuevo. Él es el verdadero templo. Él es la plenitud, puesto que Jesús purifica el culto del Templo. Él es el verdadero Templo y nos llama a todos a vivir en Él esta plenitud.

Los Evangelios sinópticos colocan la expulsión de los mercaderes del Templo al final, Juan en cambio lo hace al principio, como hecho premonitorio de que Jesús inicia su ministerio apuntando ya a la sustitución de las instituciones judías de culto.

Feliz domingo III de Cuaresma.

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